Poco a poco, pero la provincia va conteniendo la quinta ola. Baja la incidencia, con una tasa a 14 días de 512 a 506 casos y un descenso de los 240 a los 327 casos por cada 100.000 habitantes, en una semana. Sin embargo, aumenta el número de pacientes ingresados en la planta COVID, de 29 a 33, según los datos actualizados de la Junta.
Este incremento sitúa la ocupación en planta en el 9,30%, 2 puntos más que en la jornada anterior. La buena noticia sigue siendo el mantenimiento del número de ingresados en la UCI. con una tasa de ocupación del 10,53%, dato que se mantiene invariable desde hace una semana.
El descenso que marcaba estos días el índice de reproducción del virus se estanca hoy y mantiene la misma cifra que ayer, el 0,95, el más alto de Castilla y León y 11 décimas por encima de la media regional del 0,84.
La incidencia relativa a los mayores de 65 años remite ligeramente. Hoy, la tasa a 14 días continúa en riesgo extremo y se queda en los 248 casos, con una incidencia semanal que se mantiene en los 131 casos, como la jornada del domingo.
Sin embargo, empeora la positividad de las pruebas diagnósticas realizadas en la última semana, que se mantiene en nivel alto después de que el pasado miércoles se tiñera de morado al rebasar el 15%, aunque se queda de cerca de esa cifra (13,72%).
Aumenta la trazabilidad de los casos del 75,45% al 76,73%, lo que sitúa este indicador en nivel de riesgo bajo.
