viernes. 19.04.2024
Fabri Zamora
Fabri Zamora

Entrañable y a veces rezungón pero con todo el pentagrama en la cabeza y con un amor especial por la música clásica, aunque alguna vez confesó que los Stones, o los Beatles también eran de Dios.

Fabri era de paseos cortos últimamente, de dolencias de hace años y de mucho sufrir aunque su cara nunca lo dejaba entrever, ni su peluquín que siempre llevó con toda la clase de un gran tipo. Quimios y radios y muchas charlas de vecindad puesto que sus últimos días pasaron por el barrio de los Bloques. Alguna "charleta" de "como va todo" y media hora después "hala hasta luego que llego tarde"...pero siempre desde el prisma humano y cariñoso de años de conocimiento y amistad familiar.

En la Uni nos hizo entender la música clásica de otra manera, entendimos las estaciones de Vivaldi con los cascos de las clases puestos a tope en aquellas aulas de audiovisuales que parecían locutorios, comprendimos la sordera de Beethoven, amamos a Wolfgang Amadeus Mozart y también a los más auténticos compositores del barroco, también a Manuel de Falla y a tantos y tantos clásicos ...

Fabri era nuestro cura pero también el profe de religión.  Muchos años en la parroquia de Don Benito donde también pudimos disfrutar de sus homilías que muchas veces eran punzantes como muchas de sus opiniones que generaban una polémica amable y de cercanía.

El de la Lampreana, el de la UNi, el cura que siempre tenía un órgano cerca y lo tocaba con los ángeles. En María Auxiliadora en la iglesia de la "topera" muchas veces sonó para sus alumnos, para nosotros, y las clases de música eran no solo por ello, diferentes. El consiguió inculcarnos una cultura musical adquirida por un hombre que también amaba lo que hacía, ser cura y la música...o al revés, el caso es que ahora él desde donde esté hará sonar el órgano de Maria Auxiliadora en silencio, el de la Catedral también y será una música dulce de recuerdo seguro.

Cuando los compañeros de la UNI oímos las cuatro estaciones ten por seguro que no podemos por menos de acordarnos de ese profesor que nos hizo amar la música desde un punto de vista diferente, de oído, de sentido y sobre todo de alma.

Descansa en paz querido Fabri, la calle Hernán Cortes en los paseos cortos te echará de menos, también todos los alumnos de aquella asignatura "maría" que había que estudiar escuchando y sintiendo, una oración musical en tu nombre, que suenen los clarines del cielo, las cuatro estaciones y también por supuesto los Stones y todo lo que no sea silencio.

Hoy los clarines del cielo anuncian la llegada de Fabri, sonaron temas de Vivaldi, de...