La normativa sobre funerales vuelve a cambiar y los entierros y actos además de las misas de funerales tendrán en los niveles de alerta 4 y 3 las mismas capacidades en caso de sepelio.
Los familiares que pueden acompañar a los difuntos en las salas de velatorio son 10 algo que no cambia en la normativa, aunque si pasa cuando los acompañamientos al enterramiento suceden ya que antes solo podían acompañar al féretro 15 personas, pasando con esta nueva disposición a los 20 más el oficiante.
La indefensión llega de nuevo para los empleados de funerarias ya que pueden determinar el aforo en sus instalaciones de sus salas, pero no pueden hacerlo en un lugar de reunión como lo puede ser un cementerio ya que además chocaría con el fin del Estado de Alarma y el toque de queda.
Aún así también se pide la no rotación de las personas que entren en las salas de sepelio y velatorio, también se recomienda la distancia de seguridad de 1,5 metros y se recomienda la no asistencia ante la posibilidad de focos de contagio.
La disyuntiva cambia en cuanto a los aforos de misas, ya que ahora no hay más que remitirse en las iglesias a las cabidas programadas, y a los niveles de aforo, definir entre una misa diaria y un sepelio es lo que recorta el aforo, otra incoherencia más de una norma que tiene las interpretaciones que quieran darse, hasta el final es complicado en tiempos de pandemia.
