Algunos de ellos no pudieron acudir porque ya están trabajando fuera de la provincia. Han sido dos años de espera en los que han vivido una pandemia, la erupción del volcán de la Palma y ahora una guerra.
Los 30 jóvenes ingenieros de la promoción 2016-2020 de la Escuela Politécnica Superior de Zamora por fin tuvieron su fiesta de Graduación. Esta mañana, el salón de actos del Campus Viriato, acogía una ceremonia que llevaba dos años de retraso. Los protagonistas, que lucían sus mejores galas, fueron entrando de dos en dos para ubicarse en el escenario en su lugar correspondiente. Todo estaba preparado para el gran día de la mano de Claudia Alcalá, delegada de los alumnos de siete titulaciones diferentes.
Los padres, familiares y amigos, con el rostro contenido por la emoción, no dejaban de inmortalizar el momento con sus cámaras o móviles. La que fuera directora del centro durante el periodo 2016-2020, Yolanda Díaz, abrió el acto recordando, precisamente, la pandemia que continúa sumando contagios y hospitalizaciones.
Tomó la palabra después una de las madrinas del acto, en este caso del Grado en Ingeniería Agroalimentaria, la profesora Ana María Vivar Quintana, que destacó la "excelencia" de un grupo de jóvenes del que dijo sentirse "orgullosa" por sus conocimientos y capacidad de superación, pero sobre todo, porque "todos son buena gente".
El padrino del Grado en Ingeniería Civil, el profesor Alberto Benito, aludió a la España Vaciada, necesitada de muchas infraestructuras y de ingenieros comprometidos que solucionen esas deficiencias. "Estáis llamados a construir y no a destruir", apuntó el docente, tras enumerar los "desastres" que estos jóvenes ingenieros llevarán en su retina: el coronavirus, la erupción del volcán de la Palma y ahora la guerra de Ucrania.
Dionisio Tomás Rodríguez Barrios, padrino del Grado en Ingeniería Informática en Sistemas de Información, Natividad Antón Iglesias, madrina del Grado en Ingeniería de Materiales y Cesáreo Lorenzo González, padrino del Grado en Ingeniería Mecánica, cerraron el acto con unas breves palabras a los alumnos que, uno a uno, fueron llamados para la imposición de bandas.
La fiesta terminó como empezó, con flashes de cámaras y móviles, y deja paso a una nueva etapa. Fuera, les espera un mundo lleno de oportunidades en el que el profesor Benito les conminó a "arriesgarse", convencido de que esta promoción de ingenieros está llamada a "construir puentes y derribar muros".
