"No hay avances. La empresa no nos ha llamado", indica María José de la Iglesia, presidenta del Comité de Empresa de Siro en Toro. Así están las cosas tras casi un mes de paros parciales para reclamar mejoras laborales.
Las dos horas de paro por cada turno comenzaron el pasado 26 de mayo y han seguido los días 2, 9 y 16. El próximo será el 23 de junio, pero hay pocas esperanzas de que la empresa varíe un ápice su propuesta: un incremento salarial de 0.8% para 2020 y del 1,2% para 2021.
Los trabajadores no lo aceptan porque aseguran que este aumento conlleva "la flexibilización de las vacaciones", lo que significa que "nos pasan de un turno a otro y algunos trabajadores verán bastante mermada su nómina", en palabras de De la Iglesia.
Fue el pasado 21 de mayo cuando los trabajadores decidieron convocar los paros ante la negativa del grupo Siro, con 300 trabajadores en Toro, a aceptar las peticiones salariales tras un ERTE que hizo perder poder adquisitivo a los empleados.
La empresa pone sobre la mesa un incremento salarial de 0.8% para 2020 y del 1,2% para 2021, pero además la flexibilización de las vacaciones y cambiar turnos de día o noche. Los trabajadores no estaban dispuestos a más cambios y decidieron convocar paros de dos horas por turno. Ya ha pasado un mes y "no hemos adelantado nada", lamenta la presidenta del Comité de Empresa.
Los paros se suspenden en julio y agosto debido a las vacaciones, pero en septiembre los trabajadores endurecerán sus protestas si la empresa sigue negándose a negociar.
