viernes. 19.04.2024
Presentación de la talla del Santo Cristo tras su proceso de restauración, esta mañana en la Sala Capitular de la Catedral

La restauración efectuada por la Cofradía de Nuestra Madre afianza la tesis de que ambos Crucificados son de Arnao Palla

El Santo Cristo de la Cruz de Carne (o de las Angustias) y el Cristo de las Injurias salieron de la misma gubia. La tesis, publicada hace años por Rivera de las Heras, de que la autoría de ambas imágenes se debe a Arnao Palla, se ve reforzada ahora tras la restauración a la que ha sido sometido el Santo Cristo, que desvela que "son familia, seguro", según la restauradora Patricia Ganado, quien ya interviniese en la restauración del Cristo de las Injurias, ambos propiedad del Cabildo.

La imagen del Santo Cristo podría ser del mismo autor que el Cristo de las InjuriasAsí, según indica Rivera de las Heras, ambas imágenes podrían ser de Arnao Palla -en función de unas iniciales situadas en la Cruz-, si bien entre una (el Santo Cristo) y la otra (el Cristo de las Injurias) median unos diez años de diferencia, suficientes para que el autor adquiriese mayor oficio antes de acometer la que sin duda es la mejor talla de la Semana Santa zamorana y una de las más destacadas del Renacimiento español, como es la del Cristo de las Injurias, que revelan un autor mucho más cuajado y con mayor perfección en la ejecución de la obra.

Cuestiones de anatomía (musculación, manos y pies) y policromía (latigazos) casi coincidentes, ya apuntadas por Rivera hace años, refuerzan esta tesis tras el proceso de restauración a que ha sido sometido el Santo Cristo, que desfila en la noche del Viernes Santo integrado en la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, que ha financiado íntegramente el proceso de restauración de la imagen, que recibe culto en la Catedral.

La imagen se muestra en todo su esplendor tras la restauraciónAsí, Patricia Ganado ha señalado que en la restauración se han seguido procesos habituales sobre daños "muy habituales" tales como las grietas de ensamble de los brazos con el cuerpo, la acumulación de polvo y suciedad en la cabeza o la oxidación de los barnices, que amarilleaban la policromía original de la imagen. También se ha restaurado el paño de pureza (punto de mayor sujeción a la Cruz). Además, la corona -que es de soga y por tanto un material blando- no conservaba ninguna espina exenta, por lo que se han restituido siete espinas sobre los orificios de las originales.

Como elemento también escultórico ha sido restaurada la cruz, también policromada, a la que se le ha eliminado un añadido de 30 centímetros en la parte superior, lo que facilitará el montaje y desmontaje de la imagen en su altar para su salida procesional.

Segunda fase

Queda ahora pendiente una segunda fase en la que será restaurado el Calvario sobre el que se asienta el Crucificado, repintado de forma muy burda y que constituye un elemento finamente estofado, con vegetación, según revelan unas catas efectuadas por la restauradora, quien acometerá este proceso para que pueda estar culminado antes de la Semana Santa.

La restauración del Santo Cristo comenzó en noviembre con un presupuesto inicial de 9.000 euros, aportados íntegramente por la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, que ahora podría incrementarse con la restauración del Calvario,a falta de conocer su importe y su existe cofinanciación por parte del Cabildo, que en los últimos años ha realizado una importante inversión en la restauración del patrimonio pictórico de la Catedral.

Para que zamoranos y cofrades puedan admirar de cerca la magnífica talla del Crucificado, la imagen permanecerá expuesta en la Sala Capitular de la seo zamorana (que comunica con la Capilla del Cardenal), donde voluntarios de la Cofradía la mostrarán los lunes, de 16.45 a 19.45 horas, según anunció la presidenta, Isabel García Álvarez, quien destacó la devoción que los cofrades sienten por el Santo Cristo.

Finalmente el Deán de la Catedral, Juan González, realizó una reflexión ante la figura del Crucificado "en la vida del hombre siempre está la Cruz", dijo, aludiendo también a la belleza y admiración que produce la talla y agradeciendo a la Cofradía su esfuerzo por mantener el patrimonio que el Cabildo cede para el desfile procesional. Parafraseando a un obispo en la ordenación de un secerdote, finalizó con una frase -"Tratádmelo bien"-, exhortando a la Cofradía a velar por el importante patrimonio que se pone en sus manos.

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El Santo Cristo de las Angustias, "hermano" del de las Injurias