jueves. 28.03.2024
Cartel de la exposición “Soy quien quiero ser”
Cartel de la exposición “Soy quien quiero ser”

Las vidas de Sara García y Mónika Teruelo se cruzaron en un momento en el que ambas pasaban por una sensación similar: la necesidad de un empuje y un mayor reconocimiento. Cuando la piloto aún no se había recuperado de las sensaciones vividas tras finalizar su segundo Dakar a últimos del mes de enero, fue una amiga la encargada de poner en contacto a la deportista zamorana con una paisana, recién galardonada con varios premios internacionales en las disciplinas de diseño e ilustración.

La vida de Mónika Teruelo, artista multidisciplinar entregada al mundo del bodypainting, ha dado un vuelco en un momento en el que sentía profesionalmente la necesidad de buscar una mayor visualización. Una sensación que compartía con García, entregada a un deporte con presencia mayoritariamente masculina. Lo que ha convertido a Sara en imagen y orgullo de Zamora, se convirtió sin pensarlo en el nexo de unión entre ambas, volcadas en un proyecto que busca impulsar una mayor igualdad de la mujer en el mundo del deporte, especialmente en disciplinas minoritarias y con amplia presencia del género masculino. Así surge la exposición “Soy quien quiero ser” que este lunes abrirá sus puertas en el espacio AstARTE en El Jardín de Sa Caleta de Ibiza.

Ambas saben bien de lo que hablan: Sara -ya lo sabemos- rompe moldes en el mundo del motor, y más en concreto del cross, mientras Mónika practica artes marciales. La idea surgió de la propia artista y fue la piloto la que recogió el testigo en un encuentro en el que surgió una conexión inmediata.Mónika Teruelo durante una de sus sesiones de boodypainting

Mónika ya poseía una amplia experiencia en el mundo del bodypainting, primero trabajando sobre “barriguitas” de embarazadas y posteriormente sobre cuerpos completos. El pincel de esta zamorana encontró en las curvas humanas el lienzo perfecto sobre el que desarrollar un proyecto que va más allá al unir fotografía y arte. Mónika destaca el poder de este proceso que permite poner de manifiesto “ese viaje introspectivo” y que traspasa la intimidad con el modelo.

El cuerpo de Sara no ha sido el primero sobre el que ha pintado Mónika, pero si tal vez uno de los más especiales. “Al finalizar el proceso de bodypainting se logra forzar un vínculo muy especial entre ambos: conforme vas pintando sobre su cuerpo las caras y cuerpos se van relajando, lo que permite que el modelo se expresa de una manera más natural y personal, creando el momento perfecto para crear la fotografía con una luz interna que sale a flote”.

El resultado: unos retratos que sorprenden al modelo, en este caso a la modelo, una Sara que va más allá de la cara valiente a la que nos tiene acostumbrados y que va más allá abriendo una puerta a su intimidad y a su mundo interior, siempre con esa imagen de fortaleza tan característica. Las imágenes “muestran el trabajo duro y el esfuerzo en forma de cicatrices y el mimo y cuidado con el que Sara cuida y fortalece su hermoso cuerpo, para conseguir todos sus sueños. Para mí Sara es un ejemplo de valentía: es lo que quería reflejar y creo que lo he conseguido”.

Fotografía integrada en la exposición “Soy quien quiero ser”

Unas fotografías que se expondrán desde el próximo lunes, 30 de agosto, al próximo viernes, 3 de septiembre, en un espacio emblemático de la isla que acoge las fotografías de estas dos mujeres con sello zamorano, orgullosas de su tierra pero que han tenido que poner las miras más allá ante las elevadas exigencias de sus profesiones. “Ambas somos personas muy enamoradas de lo que hacemos y nos dejamos la piel en ello, cueste lo que cueste”.

Mónika, recién llegada a Ibiza, reconoce la buena acogida que ha tenido en la isla su arte y asegura que va a “aprovechar el tirón” para tratar de dar la máxima difusión a ambas carreras, también a la de Sara. "Al final Zamora es una fuente impresionante de personas valientes, fuertes, que muchísimas tienen que salir fuera para desarrollarse, pero tenemos que sentirnos orgullosos. Yo estudié en la Escuela de Artes de la capital y tenemos que impulsar lo nuestro". 

La exposición -que la artista pretende que sea itinerante y acabe recalando en su ciudad de origen y en las que estas fotografías vieron la luz- tiene fines solidarios que buscan contribuir sobre las mujeres deportistas para que puedan seguir desarrollando su carrera profesional y sirviendo de inspiración a otras mujeres. "Ellas son ejemplo de valentía y nos dan la capacidad de entender que podemos hacer lo que queramos luchando y que podemos llegar a donde queramos sin límites al margen del sexo femenino o masculino. Estamos aquí para ser luchadoras". 

Mónika Teruelo durante una de sus sesiones de boodypainting

Dos zamoranas unidas por el arte