viernes. 19.04.2024
Tejiendo por Videmala
Tejiendo por Videmala

“Volví la vida; vi que estabas tejiendo, destejiendo siempre. Silenciosa, tejiendo y destejiendo nieve…”. Ya en 1958 Blas de Otero cantaba así al paso del tiempo, al amor perdido. La vida es cíclica y no hay pena que no se cure al silencioso calor del tejer. Una faena colectiva que algunos afortunados mantienen aún vivo en sus recuerdos: cómo sus abuelas se congregaban a la puerta de las casas de las vecinas en una tarea que iba más allá del mero arte de las agujas cortas. El ganchillo ha resurgido para demostrar su poder de creación en medio de los fuertes cambios. También su fuerza para ahogar las penas en silencio, con la simple compañía de los tuyos.

Con una pandemia que nos ha arrancado vidas, seres queridos, pero también tiempo y experiencias, el crochet ha resurgido con una fuerza que va más allá de las ediciones por fascículos. Al son de los viejos tiempos, de la manera más humana y humilde posible. Sólo una silla, un par de agujas y unos hilos de lana para dar vida y acallar las emociones contenidas y plasmarlas en un cuadrado granny.

Así se gestó una sencilla iniciativa en el pequeño municipio alistano de Videmala cuyos vecinos llevan ya semanas depositando en el bar del pueblo sus creaciones, cuadrados de 15x15 centímetros y que formarán parte de un gran mural que adornará una de las paredes del centro social, símbolo de unión y de superación porque “juntos somos más fuertes y mejores”. Así lo revela Lorena, de la Asociación Cultural de Videmala, que han impulsado un proyecto que, junto a la colaboración del Ayuntamiento y al Bar-Restaurante Las Raíces, ya ha traspasado las fronteras de su localidad.

Tejiendo por Videmala

Bajo la idea de que “el ganchillo mueve el mundo”, el proyecto “Tejiendo por Videmala” pretende culminar con una quedada tejeril el próximo 10 de julio que contará con talleres de iniciación para los desconocedores de este arte y una merienda. A las 17:30 horas -siempre que las temperaturas acompañen- y hasta que las manos aguanten, Videmala se entregará en cuerpo y alma a la elaboración de grannys. Todo interesado en aportar su granito de arena será bienvenido en una iniciativa al aire libre que se organiza también como gesto por la España vaciada y la recuperación de nuestras tradiciones.

A seis semanas de la cita, el mural va tomando forma con la aportación de una treintena de cuadraditos procedentes de dentro y fuera del municipio, pequeñas manualidades sobre tela que han involucrado desde los más mayores hasta niños de diez años. “No sé si se nos habrá ido de las manos”, confiesa Lorena con un tono de manifiesto sorpresa por la expectación que ha despertado la quedada gracias en gran parte al impulso también de una vecina del pueblo que da a conocer sus creaciones en la página de Facebook "Mi mundo hecho de ganchillo". El mural se expondrá a partir de la segunda quincena de agosto y ya confían en que sobren los suficientes grannys para poder adornar otros elementos del pueblo, desde troncos de árboles hasta balcones.

Tejiendo por Videmala

La idea surgió a partir de un proyecto similar de manos de madre e hija zamoranas y con la que se propusieron en el confinamiento adornar el pueblo francés de Gargas, en el distrito de Toulouse, a base de "amigurimis" -una moda japonesa de creación de pequeños muñecos mediante técnicas de croché- y, por supuesto, los famosos cuadrados entre los que se ha colado la seña bermeja.  

La noticia llegó a oídos de Lorena y la Asociación que rápidamente se dieron cuenta del potencial que se esconde en un arte que ha sabido sobrevivir al paso del tiempo. Un arte que perdura y que encierra en su proceso uno de los mejores potenciales del ser humano: el de crear, rectificar y seguir trazando nuestro camino, siempre cambiante. Al igual que en la vida, el ganchillo también ofrece la oportunidad de solucionar ese punto suelto que Videmala está dispuesto a recuperar en una jornada de reencuentro en nuestros orígenes. Una vuelta al pueblo y a la vida, siempre tejiendo y destejiendo, como rezaba Blas de Otero.

Videmala teje por la España vaciada