sábado. 20.04.2024
Cartas a Cuqui. Fotos: Cedidas por La Mayuela
Cartas a Cuqui. Fotos: Cedidas por La Mayuela

“En un mundo de indiferencias y envidias lograste reunirnos a todos en tu proyecto… Nos has dejado formar parte de tu vida, tú siempre formarás parte de la mía”. Nunca unas cartas significaron tanto. Una amalgama de sentimientos, emociones contenidas que ahora salen a la luz y reposan unidos por unos finos hilos, colgados del “roble centenario”, a pocos pasos de la urbe de Bermillo. La que fue casa y refugio de “Cuqui” (Jesús Santiago Panero), su punto de retorno, ahora le recuerda con un sabor que tiene más de amargo que de dulce, pero sabiendo que su legado les obliga a continuar el camino marcado.

Amargo también porque la pandemia y sus ya consabidas pero constantes y cambiantes restricciones impiden que este sea un homenaje como tal. Como se merecía: multitudinario. En un acto austero, pero no por ello menos significativo, los integrantes de la Mayuela han ultimado durante este fin de semana las 28 cartas que han logrado reunir gracias al certamen epistolar con la única ambición de recoger toda la documentación y los sentimientos encontrados tras la pérdida de su alma pater.

Cartas a Cuqui. Fotos: Cedidas por La Mayuela

“Te fuiste demasiado pronto… dejaste un vacío enorme entre todos nosotros”. Se pueden sentir las lágrimas en los escritos a mano, incluso empleando caligrafía antigua, a ordenador o gracias a la particular caligrafía de quien se ha lanzado a rescatar su antigua Olivetti del altillo. Las cartas, procedentes de Barcelona (donde pasó gran parte de su vida como docente), Francia, Madrid y, por supuesto de Bermillo y sus alrededores, revelan que su ausencia sigue y seguirá doliendo.

Cuqui regresa, nunca se fue, pero su recuerdo permanece ahora a merced del viento y a la vista de todos los que quieran rendirle un sentido y silencioso tributo. Más en estos días en los que hubiera celebrado su 79 cumpleaños. “Yo creo que estaría encantado y le hubiese gustado”, reflexiona Lorenzo, uno de los impulsores de La Mayuela junto al propio Cuqui, ya que el acto también sirve de punto de interacción. 

Cartas a Cuqui. Fotos: Cedidas por La Mayuela

La intención de La Mayuela es rendirle un homenaje el próximo mes de agosto junto a su familia, allegados, miembros de la asociación, así como amigos y seres queridos. El acto -en el que se rescatarán las cartas que ahora cuelgan del roble centenario- servirá además de impulso para que La Mayuela vaya poco a poco retomando el pulso. Lorenzo reconoce que “será difícil porque Cuqui aunaba muchas voluntades”, más teniendo en cuenta que este año la asociación debería celebrar su décimo aniversario.

Un cumpleaños que a buen seguro el conjunto que forma La Mayuela asumirá con una motivación extra: que Cuqui les estará sonriendo orgullosos de que sus semillas hayan germinado y tengan visos de futuro aún sin su presencia física. Su espíritu seguirá siempre mientras haya miembros y vecinos dispuestos a “tirar del carro” y velar por la dinamización del pueblo.

Recuerdos a merced del viento