ADIF la tiene en su lista de demolición, pero cuando decida llevar a cabo el derribo ya no quedará nada. La estación de ferrocarril Losacio-San Martín de Tábara, abandonada y que se halla a unos dos kilómetros del casco urbano de Losacio y dos del de San Martín de Tábara, no es solo una pequeña "joya" arquitectónica de inspiración francesa sino también un caso único de "resistencia".
El edificio, que forma parte de la Línea Zamora-La Coruña y que Renfe cerró en 1990, ha sufrido tres incendios, los dos últimos aún activos: el de la Sierra de la Culebra y el de Losacio, que han arrasado 60.000 hectáreas de terreno.
Pero, en el siglo XX, la estación proyectada durante la dictadura de Primo de Rivera, cuya construcción concluyó en 1933 durante la Segunda República, si bien no fue inaugurada hasta 1952 por Franco, estuvo también a punto de ser arrasada por un rayo. Pero se mantuvo en pie, aunque no se "libró" de ser nuevamente pasto de las llamas hace apenas un mes, primero, con el fuego que recorrió la Sierra de la Culebra, y hace dos semanas con el de Losacio, que se cobró la vida de dos personas.
En realidad, los incendios forestales que están "devorando" la provincia, solo han venido a rematar lo que la maleza, la basura y el olvido no ha conseguido derribar del todo.
La estación de ferrocarril de Losacio, en la comarca de Alba, forma parte de esos más de 10.000 kilómetros de línea férrea que se contabilizan en España. Suma 90 años de historia, pero ADIF se planteaba su demolición por el peligro que supone mantener una estructura tan deteriorada en una zona de fácil acceso, donde además se acumulan basura y residuos de obras, así como restos de botellas, signos de alguna que otra fiesta en sus dominios.
La Asociación Ferroviaria Zamorana es la única que lucha por el mantenimiento de estos edificios que aún se conservan en la provincia de Zamora desde la década de los 30 del pasado siglo XX, con estilos y elementos arquitectónicos diferentes, inspirados en estaciones y apeaderos de otras partes de España.
La de Losacio, en concreto, es del mismo estilo que las de Carbajales, Torres de Aliste y Sarracín: edificios de tres cuerpos, de inspiración francesa con dos torreones, una parte central en la que se ubicaban un par de viviendas y el bajo, donde se aglutinaban todos los servicios para la explotación ferroviaria de la estación.
Ahora, lo que le incendio no se llevó, lo hará la desidia y la falta de voluntad política. Recuperar estas estaciones de ferrocarril y ponerlas en valor dándoles un segundo uso sería un magnífico aliciente y estímulo para el medio rural de la Zamora vaciada, pero los años pasan y estos edificios se mantienen a duras penas en pie devorados por maleza.
Pero se resisten a desaparecer. Ni siquiera tres fuegos han logrado borrar que en el punto kilométrico 39/939 de la línea Zamora-La Coruña hubo una estación de tren construida por vecinos de las poblaciones de San Martín de Tábara, Losacio, Ferreruela y Abejera.
Fuentes: Wikipedia y Asociación Ferroviaria Zamorana
