Dos autobuses cargados de ilusión y sobre todo hoy de morriña tras dejar a padres y madres en Zamora han llevado a Sejas a la segunda tanda de jóvenes que pasarán 12 días en compañía de la naturaleza, y de sus incansables monitores, jóvenes también, que dedican sus vacaciones al cuidado de otras personas más jóvenes que ellos y que siempre quedarán en sus memorias.
Atrás quedaron los años de inicio, en las casas del pueblo rehabilitadas, para que decenas de chavales hicieran sus primeros campamentos de verano en una zona por descubrir, Sejas de Sanabria.
La idea de un sacerdote entonces con cincuenta años menos, don Paco, el hombre de la sonrisa amable y el tesón por bandera ha cuajado sobremanera. Cuando se empezaron las obras y aquellos cimientos comenzaron a fraguarse también una filosofía de ayuda y confraternización llevaba a cientos de familias a ponerse manos a la obra para trabajar en un proyecto de un hombre, un sacerdote párroco de San Lorenzo y que ahora lo es de la parroquia del barrio de Alviar.
Cientos de familias por no decir miles que lo son, han dejado en manos del campamento de Sejas a sus hijos e hijas para que durante estos años se hayan formado incluso nuevas familias ya que dentro de estos campamentos muchas parejas de hoy en día se conocieron y más adelante se dieron el "si quiero" alguno que otro delante del mismo Don Paco que los casó con toda la ilusión que da ver unidos en matrimonio a personas que conocieron valores en un campamento que es el de la solidaridad y la ayuda.
El albergue con más tirón de los que se llenan en verano, sigue siendo este de Sejas de Sanabria, aunque no hay que olvidar los de Doney o el de San Pedro de las Herrerías o San Martín de Castañeda que llevan a cientos de jóvenes a compartir espacios y naturaleza en estos días de verano.
La potencialidad de un albergue en el que apenas hay cobertura para móviles, lleva a que el ingenio se agudice y sean decenas las actividades encauzadas a la convivencia y a las relaciones fraternales las que lleven a Sejas a tener el mejor de los ratios de vuelta de todos los campamentos de la provincia de Zamora. Quien va repite y arrastra a hermanos y amigos.
La infraestructura tiene todo lo necesario para que el descanso y las actividades puedan darse tanto dentro del albergue como fuera. Además cuenta con el gran aliciente y acicate del río negro y de una gran cantidad de senderos que llevan a diferentes puntos en los que poder observar tanto la naturaleza como las mejores vistas de un entorno natural privilegiado donde también la temperatura ayuda a conciliar el sueño y los demás elementos de relax.
Fuegos de campamento, marchas diurnas y nocturnas, juegos, actividades, comidas al aire libre y todo lo imaginable en deportes dan a este Campamento de Sejas un momento único para ya más de 7.000 jóvenes en estos 50 años de historia.
