jueves. 18.04.2024
Ana Mulas y Patricia Pérez
Ana Mulas Ana Mulas y Marta Pérez

No encuentra palabras para definir el sentimiento que la une a los refugiados que llegan de Ucrania dejando atrás casa y familia. Asegura que ve en sus ojos el miedo con el que llegan porque no saben quien los recoge ni a donde van. Llegan a Zamora con ganas de comer, sí, pero sobre todo con ganas de descansar, tras viajar asustados miles de kilómetros, de cerrar los ojos sin que ningún ruido les sobresalte. Tampoco puede explicar como empezó todo pero Ana Mulas, profesora del Instituto Alfonso IX, junto con su amiga Marta Pérez, han colocado en el mapa de la solidaridad a Morales del Vino.

Lo que empezó como un deseo de ayudar a esos desplazados que se han visto obligados a huir de su país con lo puesto se ha transformado en una ola de solidaridad que recorre todo el país. Ya han reubicado a 72 personas en varios pueblos zamoranos y, a muchos más, por toda la geografía española: de Valladolid a Toledo, de Granada, a Canarias, Valencia o Barcelona. 

Pero esta historia comenzó antes de que se recrudeciera la guerra en Ucrania. Marta Pérez había acogido hacía 13 años a un niño ucraniano tras la tragedia de Chernobil. Cuando las dos amigas vieron que el conflicto con Rusia iba a más, se propusieron ayudar a reubicar a los refugiados que huyeran de la contienda tras la invasión de Rusia. Y pensaron en realizar una base de datos de aquellas familias zamoranas que estuvieran dispuestas a abrir la puerta de su casa a los refugiados. Aquel gesto se les fue "de las manos", confiesa Mulas, y sus teléfonos llegaron a los hogares de toda España y de todo el país les llegaron propuestas de ayuda.

El formulario a rellenar es sencillo y hay que enviarlo al email de Ana ([email protected]). Hay varios tipos de acogida: Vivienda compartida con familias de acogida, vivienda para acoger una o varias familias y vivienda rural registrada. La estancia puede ser temporal o definitiva. Dispuestas como estaban a ayudar contactaron con dos ONG: Acción Norte y  Acoge Ucrania. Y así comenzó esta aventura solidaria que rellena ya un listado de 300 familias repartidas por toda la geografía nacional. 

En Zamora se han quedado 72 ucranianos. Otros 3 estuvieron unos días pero decidieron trasladarse hasta Polonia. El perfil de los refugiados que llegan es heterogéneo: muchas mujeres, madres con niños, con adolescentes o hijos adultos, pero también mayores, como "ese señor de 60 años al que no podía dejar de abrazar", cuenta Ana Mulas, conmovida por el aspecto de aquel hombre que huía de la guerra con aspecto de mago.

Ana Mulas ha recorrido ya toda la provincia. En Pumarejo ya hay reubicados 5 ucranianos; el alcalde de Fuentespreadas, acoge a 6 refugiados que llegaron de la mano de José María de Oriol, vicepresidente no ejecutivo del Consejo de Administración de Talgo; Granja de Moreruela es el nuevo hogar para 13 desplazados; en Villardiegua hay otros 4. San Cebrián de Castro, El Piñero, Santa Marta de Tera, Benavente, Palacios de Sanabria...todos los pueblos de todas las comarcas han abierto sus puertas para dar un hogar a esos vecinos de Europa de los que apenas sabemos nada, solo que han sido expulsados de su tierra y que han tenido que huir con apenas una maleta en la mano, dejando atrás todo lo demás.

Recogida de una familia en Tordesillas. Foto cedida por Ana Mulas
Recogida de una familia en Tordesillas. Foto cedida por Ana Mulas

El idioma no es problema. La mirada, los gestos y los abrazos sustituyen a las palabras, pero Ana Mulas quiere destacar la iniciativa de la UNED que, con un total de 46 horas lectivas, ofrece a partir del 19 de abril, un curso gratuito y online tanto en directo como en diferido, para que los ciudadanos ucranianos acogidos en España puedan integrarse mejor en nuestra sociedad y adquirir las nociones básicas del español.

Esta actividad se celebrará los martes y viernes de 10 a 12h. y la matrícula puede realizarse a través del siguiente enlace: https://extension.uned.es/actividad/idactividad/26945
 Para más información se puede contactar con la Secretaría de UNED Zamora en el teléfono 980528399 y por email a [email protected].

El colegio de la Divina Providencia también se ha ofrecido para escolarizar a los niños de forma gratuita. La ayuda también llega desde la Asociación de Sordomudos o de Azayca, que se compromete a atender a los enfermos oncológicos que hayan huido de la guerra. Hay otras formas de ayudar, explica Ana Mulas. "Si no se puede acoger a una familia, se puede colaborar con dinero para la compra semanal o para el pago de la luz", aclara.

La siguiente parada no tiene aún destino, será cualquier pueblo de la provincia zamorana o cualquier punto de España. Mientras, Mulas, acompañada de su "amiga de toda la vida" Marta Pérez, seguirá robando horas al día para hacer la vida más fácil a aquellos a los que una guerra los obligó a convertirse primero en apátridas y refugiados, ahora en vecinos.

Ana Mulas y Marta Pérez, las amigas de Morales del Vino que "buscan" hogar a los...