Hoy en Monfarracinos olía a flores. Las calles del municipio, por donde transcurría la procesión del Día del Señor, que se celebra el domingo siguiente al Corpus Christi, se han adornado con un altar de flores elaborado por los padres de los niños que han recibido este año la Primera Comunión. Por primera vez, este año en el que se ve el final de la pandemia, los bebés ya bautizados también tuvieron su propio altar engalanado.
En 2020 no pudo ser. No hubo procesiones ni comuniones, por eso los vecinos de Monfarracinos vivieron con más emoción, si cabe, esta celebración en la que los niños vuelven a enfundarse sus trajes de comunión para recorrer las calles de su localidad dejando a su paso un tapiz de flores.
Es un día importante para ellos. Este año celebraron la fiesta solo los niños que debían haber comulgado en 2020, pero que tuvieron que suspender la celebración a causa del coronavirus.
Hoy, todos ellos, y a pesar de las altas temperaturas, mostraban sus mejores galas y sus sonrisas, conscientes de que es un día especial, el día en el que acompañan el paso de la Cofradía que también estrenaba estandarte.
La enseña es obra de uno de los miembros de la cofradía, Pablo del Bosque, que la ha pintado y cosido.
