Aún con la desfachatez de ser un pederasta chulo, soez y que se jacta delante de la policía de su astucia, con nosotros no tendrá esa misma suerte. No tenemos miedo del ya conocido pederasta de Almendra, un individuo que nos sentencia y nos perdone la vida en tono amenazante..."ya tendrás noticias de mis abogados".
Una llamada desde un número de teléfono móvil, reconocible y del que ya tenemos constancia de quien es, preguntaba por quien había redactado la noticia sobre sus viajes en autobús de línea regular y que mantiene en el pueblo de Almendra del Pan una amenaza constante.
Algo ha debido de sentarle mal al "señor aberración" y con la excusa de que su madre padece del corazón, amenazaba a este que les escribe con que si le pasaba algo a su madre nos veríamos en los tribunales. Aquí estamos y sintiendo mucho lo que esta madre debe sufrir por el comportamiento de su hijo, esperamos que no tenga ningún problema y que su corazón no sufra más de lo que seguro ya sufre.
La pederastia es ética y moralmente una aberración, y claro está que las personas que la practican deberían de ser mucho más controladas hasta ver alguna evolución en sus depravados comportamientos, que no es el caso.
A este individuo le pillaron con miles de imágenes de niños y niñas, también intentando contactar con niñas "gorditas" para abusar de ellas, y también provocó un accidente hace meses y destrozó su coche aunque al menos no hizo daño a nadie, asimismo intentó cultivar marihuana según consta en la acusación del pederasta multidelincuente, una "joya" de hombre.
El atenuante de haberse jactado y reído de la Policía comentando que en un anterior registro no le cazaron, no le sirvió, y esta vez, en septiembre si que lo llevaron ante el juez que ordenó su ingreso en prisión. El problema es que en la calle está, y con todos los derechos, pero tras haberle pillado con las manos en la masa, la condena ha sido poco efectiva, y a nuestro juicio muy blanda teniendo en cuenta la que está cayendo con la violencia de género y los delitos por violencia sexual, que un hombre como este ya esté en la calle, no dice nada bueno de la justicia y menos de una sociedad que parece temer más al agresor, que la lógica defensa del agredido.
Delito menor que no debiera ser, o no, no entendemos el porqué este "secuaz" está ya en la calle y en menos de tres meses. Tampoco sabemos el porqué ha sido ahora "valiente" y capaz de intentar amenazar a este diario, con la justicia. Aquí estamos para informar y poner cara a los que no saben vivir en paz y armonía, en una sociedad que detesta la violencia de género y por supuesto a personas con antecedentes como los que presenta este individuo de depravación sexual, pederastia y aficionado a la marihuana y al alcohol.
Que desfachatez, y que ironía, que un pedófilo reincidente pueda viajar en un transporte público aún habiéndose negado la empresa de transporte por conocer de quien se trata, a llevarlo en su autobús, y que pueda amenazar a cualquiera y que salga encima airoso y se siga jactando de sus actos.
En este país se reconoce a los culpables y se les detiene porque hay buenos policías, y se les hace pagar con penas que en este caso parece ser que no son las adecuadas, aunque de esto su señoría sabrá y lo que pueda pasar de aquí en adelante ya será causa de re-juzgar, pero el que avisa como ocurre en la violencia de género...
Los derechos están para cumplirlos al igual que las obligaciones en una sociedad "normal" ( aunque esta tenga poco de ello). Sentimos que en este caso quizá no con tanta diligencia, ni prestancia, ni siquiera trabajo, con el que realizan "los buenos" ( Policía, Guardia Civil, etc) aquello de detener a los otros "los malos" y que puedan salir semi-impunes. Eso sí, para pedir derechos son los primeros, cuando ellos no se los iban a dar a ninguno de los pequeños de los que intentaba presuntamente abusar.
Es un mar de locos o un océano, está claro que no es entendible que el trabajo de agentes del Grupo de Tecnológicos de Zaragoza, junto con la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Zamora, se tire por la borda, y que por mucho que hayan trabajado durante casi un año para detener a un delincuente pedófilo y pederasta....en menos de tres meses, en la calle, y con la chulería de un mafioso, intentando amedrantar, coaccionar y amenazar a un medio de comunicación.
Prensa libre y más para este tipo de delincuentes que a parte de reincidente no muestra la dignidad y hombría necesaria como para reconocer una conducta como la suya.
La reincidencia y los antecedentes penales de este individuo no van más allá de una frustración personal y quizá algún problema que tuviera que ver con su niñez, pero una cosa es su problema y otra el que lo traslade a una sociedad que no quiere ni hablar de violadores, pedófilos o violentos que solo hacen que destrozar vidas y familias. De ahí nuestro alegato final. Derechos todos, libertades todas también pero castigos ejemplares los más y sobre todo cuando se trata de nuestros menores.
Por cierto no se le conoce trabajo alguno, salvo el de ser un excelente informático, al menos en eso de no dejar "huellas", pero esta vez lo pillaron.
