martes. 16.04.2024
Manifestación contra las macrogranjas. Foto archivo
Manifestación contra las macrogranjas. Foto archivo

La política nacional se ha visto sacudida por la versión impresa del diario británico The Guardian. Un artículo con declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la calidad de la carne española y el impacto ambiental de las "macrogranjas" ha puesto en jaque la coalición de Gobierno y ha dado una "munición" inesperada a la oposición contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. 

Las "desafortunadas" palabras de Garzón han reabierto la polémica sobre las explotaciones de ganadería industrial en Castilla y León, que suma nada menos que 22 plataformas contra las llamadas "macrogranjas", un modelo productivo que, según estos colectivos, más que luchar contribuye a la despoblación del mundo rural. Y ponen como ejemplo la zona de Santibáñez de Vidriales (68.305 marranos), uno de los territorios con censos porcinos más altos de la comunidad, donde la población en el año 2000 era de 1.404 habitantes, frente a los 918 de 2021. 

Zamora y Castilla y León no son ajenas al debate y más cuando la comunidad está inmersa en una campaña electoral de tinte autonómico, pero que se lee en clave nacional.

De hecho, Zamora es de las provincias más activas en la lucha contra este tipo de explotaciones o, más bien, contra su proliferación "desmesurada". Desde Ecologistas en Acción, Emilia Román, deja claro que no se oponen a la ganadería, pero sí a un crecimiento de explotaciones sin control. "Todos los pueblos de la provincia tienen al menos una", recalca.

Las cifras avalan lo que podría considerarse una "desmesura": en 2020 se contabilizaban 172.539 personas censadas en la provincia mientras que hay casi 500.000 cerdos registrados. Esto significa que hace dos años tocábamos ya a casi 3 cerdos por cada zamorano, según datos aportados por Román, que asegura que "más del 80% de la producción porcina de la provincia es ya industrial".

Las cifras de 2021 aún no se han publicado, pero en los últimos diez años el censo de porcino ha crecido en un millón de animales en Castilla y León, aunque en ese mismo tiempo se han dado de baja en su actividad cerca de seis mil explotaciones familiares y han proliferado otras nuevas de grandes dimensiones, en el caso de Zamora especializadas en muchos casos en hembras reproductoras que multiplican exponencialmente la producción, según datos de las plataformas y movimientos vecinales ligados a la Coordinadora Estatal "Stop Ganadería Industrial".

Las plataformas en contra de las "macrogranjas" avisan, además, de que detrás de estas explotaciones están empresas integradoras (aquellas que formalizan contratos con los ganaderos") y tras gran parte de ellas, fondos de inversión que invierten en estas explotaciones para obtener el máximo beneficio con el mínimo coste.

Por ello, estos colectivos vecinales reclaman una moratoria urgente en la concesión de licencias ambientales al entender que el modelo productivo es "insostenible" para los pueblos y para el medio ambiente. Y mientras, la ganadería extensiva sigue siendo la gran olvidada en este debate, a pesar de los beneficios medioambientales y las posibilidades que sigue teniendo dentro y fuera de la provincia.

El número de cerdos en Zamora casi triplica al de su población