Aunque 2022 se despedirá como el año con más hectáreas quemadas de la historia en Castilla y León, la Junta continúa con el desmantelamiento del operativo de prevención de incendios y, a partir de este mes, el 60% de los efectivos se quedará en la calle.
En la comunidad el operativo es mayoritariamente privado con más de diez empresas que se reparten los contratos. Y para los sindicatos esta es una de las razones que explican el desmantelamiento de los servicios durante los meses fríos del año.
Y Zamora, que ha contribuido a esa negra estadística con 60.000 hectáreas arrasadas en la Sierra de la Culebra y Losacio, también da de baja a esos bomberos forestales que sumaron jornadas de hasta 24 horas para apagar los fuegos que asolaban la provincia y que reciben unos salarios que apenas sobrepasan el salario mínimo interprofesional.
La Junta prorrogó la época de peligro medio de incendios forestales en Castilla y León hasta el 20 de octubre, lo que supone que pasada esta fecha, y con la llegada de las esperadas lluvias, entre 180 y 190 de un total de 300 bomberos forestales han sido despedidos, según los cálculos de CCOO.
Acabada la campaña de incendios, los casi 40 trabajadores de todos los puestos de vigilancia ya han finalizado sus contratos y en las dotaciones de las autobombas, de 66 empleados públicos quedaban trabajando 24.
CCOO señala que a estos despidos hay que añadir la parte de las cuadrillas de empresas privadas. Son 15 cuadrillas en verano con unos 11 trabajadores cada una, que finalizada la campaña alta y media de incendios se reducen a 5 empleados por cuadrilla. Es decir que entre 60 y 70 trabajadores de un total de 165 trabajadores también se quedan en la calle.
En las brigadas helitransportadas pasaría algo parecido. En Zamora hay 3 brigadas integradas por unos 55 trabajadores y ahora mismo han perdido un turno y cada cuadrilla tiene menos componentes, es decir, quedarán unos 20 o 25.
Y en la lista faltarían dos colectivos públicos importantes que son los técnicos y los Agentes medioambientales. Para CCOO, la conclusión es clara: Zamora se queda sin guardias de incendios.
