Desde este martes, entra en vigor la normativa que reduce la velocidad de circulación a 30 km/h partiendo de una solicitud de los propios ayuntamientos para tener un paraguas legal normativo, según ha manifestado la Dirección General de Tráfico.
Así, el límite de velocidad en vías urbanas pasa a situarlo en los 20 km/h en aquellas vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; en vías de un único carril por sentido de circulación se pasa a 30 km/h, mientras que se situará en los 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.
La normativa es obligatorio y de aplicación general en todo el territorio español, aunque Bilbao ya se adelantó el pasado mes de septiembre al implantar este límite de velocidad amparado en cuestiones de seguridad. También las grandes urbes, como Madrid, Barcelona o Valencia, implantaron el modelo Ciudad 30 en sus ordenanzas municipales.
Y es que el riesgo de muerte por atropello es cinco veces menor en el caso de un vehículo que circula a 30 km/h frente al límite de 50. El aumento de la seguridad en las ciudades es además una de las prioridades marcadas en la Agenda 2030. A ello se suma la reducción de la contaminación y el impacto acústico.
La DGT y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han lanzado un manual de concienciación y orientación dirigida a los ayuntamientos y entidades locales con 32 situaciones reales y ejemplos.
En el caso de Zamora, ya se han comenzado y se continuarán con los cambios de señalización en las vías afectadas, mientras que hoy la Subdelegación del Gobierno se pronunciará para unificar criterios.
