Desde este viernes ya no es obligatorio realizarse pruebas de diagnóstico del coronavirus. Sanidad entra en una nueva fase con una "Estrategia de Vigilancia y Control frente a la COVID-19" que elimina estas pruebas, excepto si se trata de casos graves o de personas vulnerables.
A partir de ahora, serán los profesionales sanitarios los que, bajo su criterio, decidan si se realiza o no la prueba tras una valoración clínica.
Con la nueva estrategia los aislamientos para asintomáticos desaparecerán excepto en el caso de población vulnerable. En las residencias de mayores, será de cinco días y se levantará transcurridas 24 horas sin síntomas. según publica SalamancaAldia.
En los hospitales, también será de cinco días y solo se saldrá del aislamiento con un negativo en una prueba diagnóstica, de acuerdo con la información de estas fuentes.