La Revuelta de la España Vaciada vuelve a salir a las calles. El descontento por la falta de ayudas, inversiones y propuestas de futuro para las zonas más despobladas del país suma ya cuatro años desde su creación y llega en un momento en el que la actual coyuntura acogota aún más a los pueblos y a los profesionales asentados en estas zonas. Reclaman así, al Estado y al a Junta de Castilla y León, un futuro digno para Zamora. "Aquí tenemos el dudoso honor de ser el mayor agujero demográfico de toda Europa. Este es el resultado de un abandono político por parte de todas las administraciones y que tiene consecuencias humanas. La destrucción de los lazos sociales, la pérdida de servicios esenciales y la desprotección de nuestros recursos naturales", han destacado.
"Por estos motivos, a Zamora como al resto de la España vaciada nos quieren seguir convirtiendo en un territorio de sacrificio en el que se nos expolian los recursos sin dejar beneficios a largo plazo en nuestras comarcas. Un modelo de sacrificio y desequilibrio", han asegurado.
De hecho, han puesto algunos ejemplos, como la amenazada de los megaproyectos energéticos, el peligro de un modelo basado en la potenciación de las macrogranjas frente a explotaciones más sostenibles, la amenaza de nuevas formas de explotación industrial de nuestros bosques, el desmantelamiento de servicios públicos que conlleva el ser un territorio de sacrificio y sin futuro y el abandono de las líneas tradicionales de ferrocarril, e incluso su cierre, en contra de las directrices de la Unión Europea.
Desde el movimiento social de la Revuelta de la España vaciada trabajan para revertir esta situación y reclaman un pacto de Estado contra la despoblación y a favor del reequilibrio territorial. Piden , además, al Estado español que establezca los controles necesarios que aseguren que los proyectos que se acometan en zonas rurales se ajusten en su naturaleza y dimensiones a la legalidad y al sentido común y sus impactos negativos respondan a criterios de equidad y proporcionalidad.
Por último, exigen que las inversiones de proyectos que se realicen en el mundo rural, con destino a proporcionar bienes y servicios a personas y empresas que no vivan ni tengan sede social en el mismo, lleven incorporada una compensación para la comarca afectada, que sirva para poner en marcha soluciones eficaces y tangibles contra la despoblación y el desequilibrio territorial.
