Las tradiciones no faltan aunque la Semana Santa sea diferente. En la Valenciana los helados siguen siendo referencia del paseo de tarde y ya no solo el especial de este periodo, el de Garrapiñadas con nata que está temporada es protagonista, sino el de vermut o el de cien referencias más.
De casta le viene al galgo y Tony elucubra con los sabores, mientras que Mery le pone la sonrisa a una barra de despacho rápido y cariñoso que echa de menos a Vicente padre. El que fuera alma pater de un negocio que es sinónimo de alegría, primavera y verano, de frescor y de un verdadero postre, tentempié o merienda agradecida.
Una inmejorable disculpa para llevar la mascarilla bajada entre lametón y lametón a una delicia de las que es irresistible para cualquier Zamorano que se precie y también para los visitantes que hayan descubierto que en la Valenciana ya sea en la Avenida como en Sagasta lo bueno está en Shock.
