El primer domingo de mayo finaliza con una estampa agridulce. Alegre, por ver a la gente por fin en los exteriores de sus domicilios, pero triste, por la falta de coherencia de aquellos que salen sin tener en cuenta que seguimos en una crisis sanitaria.
Surge la duda sobre si es la mejor forma o no de acabar el fin de semana. Con la medida de alivio que permite salir a ejercitarse y pasear a la calle, hemos comprobado que cientos de personas se han animado a ponerla en práctica. Uno de los puntos habituales de paseos, runners y ciclistas es la Aldehuela.
EL PASEO DE LA ALDEHUELA EN LA TARDE DEL DOMINGO
Quizá sea la rareza de ver gente por la calle después de prácticamente dos meses de confinamiento, pero la orilla del río Duero estaba abarrotada en esta tarde de domingo. La agradable temperatura, el sol y el permiso han motivado la salida en masa de aquellas personas deseosas de estirar sus piernas.
Surge otra duda: ¿seremos capaces de pasar a la fase 1 de la desescalada con esta mentalidad? Lo que está claro es que Zamora, por su condición de escasa población presenta mayores opciones de ese paso en la desescalada, pero viendo cómo la gente se abalanza a las calles, se detiene con amigos o conocidos e, incluso, se atreve con el skate en el recinto destinado a esta práctica, uno se cuestiona la coherencia de estas acciones.
Por supuesto que se puede salir a hacer deporte y a dar un paseo, el problema es ver a la gente olvidándose de las medidas de seguridad, de las aglomeraciones y de las charlas que acontecen a orillas de nuestro Duero.
