Una imagen vale más que mil palabras. La fotografía del bocadillo que recibieron para comer los miembros de la ELIF de Sahechores en el incendio de Valverde de la Sierra (León), en el término municipal de Bóca de Huérgano, vuelve a poner en el punto de mira el escaso avituallamiento que prepara la Junta de Castilla y León para los componente del operativo contra incendios.
Tras nueve horas de duro trabajo para extinguir el fuego, los efectivos solamente recibieron unas lonchas de jamón con pan de hogaza.
"No merece más comentarios", zanjan los bomberos forestales y agentes medioambientales, acostumbrados a situaciones similares este verano, tras la polémica que surgió durante los grandes incendios que acorralaron la provincia de Zamora por los bocadillos que recibían los trabajadores y que llamó la atención del chef José Andrés, cuya ONG se trasladó a la provincia para dar comida decente al dispositivo.
Los trabajadores pudieron cenar decentemente gracias a los vecinos de Valverde de la Sierra que agradecieron la labor del operativo aportando avituallamiento "casero". "Enormemente agradecidos por el gesto", publican en redes los brigadistas. "Cosas como están nos hacen seguir dando el 200% en cada incendio", sentencian.