jueves. 25.04.2024
Trinidad Aceves en su despacho
Trinidad Aceves en su despacho

Trinidad Acebes es desde el pasado 29 de marzo la nueva secretaria provincial de CCOO. Zamorana criada entre Aspariegos y Benegiles sabe lo que es trabajar en condiciones precarias cuando siendo apenas una adolescente abandonó su pueblo en busca de un futuro mejor. Trabajó dos décadas sin contrato ni seguro hasta lograr empleo en la residencia de los Tres Árboles. De ahí, recaló en el sindicato y se liberó en 2007 para hacer funciones de atención al público. Tras 14 años de afiliación se ha convertido en la nueva secretaria de CCOO tras la marcha de su antecesor, Manuel Prieto, por motivos personales.

-Tras más de un año de pandemia, ¿Cómo se presenta 2021?

-Hay datos para la esperanza. Se han firmado 1.000 contratos más que en 2020. Pero la realidad es que el sector servicios, al que pertenecen casi el 70% de los trabajadores zamoranos, es el que tira de la economía zamorana y, ahora mismo, muchos empleados están en ERTE ante la crisis de la pandemia. Espero que con la llegada del buen tiempo y sin estado de alarma, el sector comience a funcionar y se saque a esas personas de los ERTE. Hay trabajadores que lo están pasando muy mal, sin estabilidad económica y cobrando el 70% del salario. Son momentos duros, pero soy optimista.

-Hace apenas unos días que ha sido elegida secretaria provincial de CCOO, ¿Con qué objetivos llega a su nueva responsabilidad?

-Voy a seguir la línea de trabajo de Manuel Prieto, pero de manera reforzada. Hay que reforzar la negociación colectiva y mejorar las condiciones sociales y laborales de los trabajadores. Mi intención es estar presentes en aquellas empresas en las que no estamos y mantenernos en las que estamos. La labor institucional es fundamental, tenemos que tener mayor peso donde se deciden las políticas sociales, económicas y de igualdad. Vienen tiempos en los que se va a tirar mucho de las ayudas públicas para paliar la crisis que ha agudizado la pandemia, y más en Zamora, que ya partíamos con desventaja. Mi principal objetivo es mejorar la vida de las personas que se acercan al sindicato, estén afiliadas o no.

-¿Cree que los sindicatos han perdido el pulso de la calle?. Hubo escasa afluencia de manifestantes en la calle el pasado 1 de mayo, Día del Trabajo...

-Este 1 de mayo no se puede utilizar como medidor para ver si los sindicatos hemos perdido fuerza. Seguíamos con las medidas sanitarias y mucha gente tiene aún miedo a participar en actos más "masivos". En estos meses de pandemia, los sindicatos hemos estado más en el ámbito institucional, que es donde hemos conseguido acuerdos buenos con el Gobierno y los agentes económicos. No creo que estemos menos presentes ahora, pero no se visibiliza todo el trabajo que hace un sindicato. Las organizaciones sindicales siguen siendo muy necesarias y esperemos que cuando pase la pandemia, las movilizaciones sumen mayor presencia.

-Estos meses tanto CCOO como UGT han centrado sus movilizaciones en torno a 3 ejes: subida del salario mínimo, reforma laboral y reforma de las pensiones. ¿Cree que es el momento de exigir estos compromisos al Gobierno? ¿Cómo quedará la promesa de la derogación de la reforma laboral tras el abandono de la política de Pablo Iglesias?

-Pues tengo esperanza de que el Gobierno de España cumpla porque todas estas peticiones estaban en su programa electoral. Es verdad, que se está tardando demasiado. Pero hay que seguir porque esto repercute y mucho en Zamora. Así que sí, tengo esperanza en que se cumplan los compromisos, aunque a veces se sueltan globos sonda y regresa la incertidumbre.

-¿Cuál sería para CCOO la cifra tope del salario mínimo tal y como está la economía española?

-España tiene que cumplir la Carta Social Europea que establece un salario de 1.000 euros al mes. Ahora está en 950, aunque es cierto que en 2019 y 2020 hubo incrementos importantes. Pero también hay que recordar que España, en comparación con los países de su entorno, estaba muy por debajo y esas subidas sirvieron para equilibrar esas diferencias. En los dos años que faltan de legislatura, el SMI tiene que llegar a los 1.000 euros. En Zamora afecta especialmente porque tenemos muchos convenios colectivos con la mayoría de categorías que cobran por debajo de ese salario mínimo. Cualquier subida servirá para impulsar la economía provincial. Esto unido a que los jóvenes, las empleadas de la  limpieza o los temporales trabajan por horas o días y si vas dividiendo esos 950 euros, el sueldo se queda en nada. Pedimos más sueldo que, además, se va a destinar al consumo, porque es imposible ahorrar.

-¿La patronal zamorana ha dado la cara en esta pandemia?

-En Zamora tenemos la particularidad de que la negociación colectiva comienza con normalidad todos los años. Están todas las mesas de negociación abiertas. Nuestros intereses son opuestos a los de la patronal, pero existe buena relación. A principios de año, nos pusimos el objetivo de acabar con la negociación de todos los convenios antes de diciembre y queremos cumplirlo. Con la premisa clara de que en esta pandemia todos hemos perdido, empresarios y trabajadores, hay que dar un empujón a la negociación colectiva, al tiempo que reactivar el Diálogo Social.

-¿Como se va a conjugar esa combinación de petición de subida salarios con las pérdidas económicas que han sufrido muchos sectores?

-No todos los sectores se han visto afectados por igual. Hostelería, comercio y turismo han sufrido las restricciones horarias y los cierres, pero Pompas Fúnebres no creo que haya tenido pérdidas. Oficinas y Despachos se ha mantenido. La patronal tenderá a no subir, pero estamos hablando de aumentos de céntimos. También son importantes otras medidas. Hay trabajadores que prefieren un permiso retribuido para acompañar a familiares al hospital que un incremento de salario. Cada convenio es distinto y lleva su ritmo. Los trabajadores zamoranos ya llevaban desventaja con respecto a otras provincias.

-Hostelería, comercio, restauración o turismo han sido los sectores más afectados por la pandemia. ¿Habrá una negociación especial para ellos?

-A nivel regional, los sindicatos hemos logrado un acuerdo con la Junta para que estos sectores tengan unas medidas específicas para reiniciar los negocios y mantener el empleo. Habrá que "enchufarles" más ayudas que al resto porque hasta que no lleguemos a la normalidad, estos colectivos seguirán padeciendo restricciones. Los sindicatos son organizaciones de trabajadores pero somos los primeros a los que les interesa que a los empresarios les vaya bien.

-¿Quién nos pagará las pensiones con un 40% de paro juvenil en España?

-A ello se une que en unos años comienzan las jubilaciones masivas de los nacidos en los años 50 que percibirán pensiones altas. Además, muchos trabajadores jóvenes están en el "inframileurismo". En muchos casos, perciben un sueldo por debajo del salario mínimo debido a a la cantidad de contratos temporales que encadenan. El Gobierno tendrá que utilizar distintas variables para pagar las pensiones y que algunos gastos se paguen vía Presupuestos. Habrá que subir algunos impuestos. Según la OCDE, tenemos un promedio de 30 personas con 65 años por cada 100, pero en el año 2050 nos iríamos a 78 personas. Con el sistema productivo y de contrataciones actual es inviable mantener el sistema de pensiones. Ahora quieren penalizar la jubilación anticipada, cuando ya está penalizada, tenemos parados de más de 55 años que van a tener que tirar de la jubilación anticipada porque no encuentran empleo...es vergonzoso. Muchos de ellos están sustentando a la familia. Y eso sin tener en cuenta que las pensiones de Zamora son las más bajas del país. Hay que dar entrada a la gente joven y dejar disfrutar a la gente que ya ha trabajado bastante.

-¿Los jóvenes son los grandes olvidados de los sindicatos?

-La juventud que nos queda en Zamora, porque la mayoría de los que tienen entre 16 y 35 años se llevan su talento fuera. Su panorama es muy complicado. Nos preocupan y mucho. Son las generaciones más preparadas y las que están sufriendo mayor precariedad. Aquí, el sector servicios es el que más empleo genera pero con muchas rotaciones, temporalidad, sueldos bajos...¿cómo te vas a a quedar en Zamora?. Desde los sindicatos seguimos luchamos para que se elimine esa temporalidad.

-Las mujeres trabajadoras siguen siendo el eslabón más débil de un sistema laboral muy masculinizado, ¿Cuándo cambiará la tendencia?

-La mujer se incorporó más tarde al mercado laboral, un mercado adaptado al hombre. Y llegó con una familia a la que cuidar. Ese mercado va mejorando y los planes de igualdad serán la herramienta definitiva para que la brecha se vaya cerrando. El problema es la no corresponsabilidad en las tareas por parte del hombre, lo que las obliga a aceptar contratos parciales. Tardaremos muchos años en ver un cambio de tendencia. La igualdad efectiva aún no existe, queda mucho por hacer. Mientras no exista una asunción de conciliar por parte de hombres y mujeres, una corresponsabilidad real, las mujeres tendrán más dificultades para formarse y para promocionar.

-¿Y cuando los ERTEs se acaben, los sindicatos esperan una oleada de despidos?

- Se acaban el 31 de mayo, pero seguramente se ampliarán hasta final de año. La figura de los ERTEs es una ayuda paliativa necesaria ante una situación de parón económico absoluto, que nadie pensó que íbamos a vivir y que iba a durar tanto tiempo. Van a tener que seguir funcionando todo el tiempo que haga falta. Todas las empresas con ERTEs tienen la obligación de no despedir en 6 meses, pero en Zamora, donde han cerrado muchos negocios, se va a llevar por delante muchos empleos. También dependerá de lo que tarde en pasar esta pandemia. Si una vez vacunada el 70 o el 80% de la población vuelve la normalidad, es posible que nos salvemos con los fondos europeos aprobados para paliar los efectos del coronavirus. Pero, en Zamora, con poco impulso económico, si espero despidos aunque no espero que sea una oleada.

-¿Cuántos negocios se ha llevado por delante la pandemia?

-Unos 600 negocios, aunque algunos han cerrado por jubilación o porque ya estaban en crisis. Me gustaría que estas empresas que echan el cierre por jubilación pero tienen cierta clientela, las transfirieran a gente joven.

-¿Qué futuro le espera a los pueblos de Zamora?

-El 93% de los pueblos de Zamora tienen menos de 1.000 habitantes, un marcador que utiliza la Federación de Municipios y Provincia para ver que zona tiene o no impulso económico. En Zamora estamos mal. Sin Internet, sin consultorios médicos cerca y sin servicios básicos no se puede hacer mucho. Ahora con el teletrabajo sería una buena oportunidad, como hemos visto en otros puntos de España. Los pueblos necesitan mas inyección de dinero tanto público como privado. Cuando yo era joven éramos pandillas de 20 o 30 personas y ahora, da pena.

-¿Qué fotografía se imagina cuando llegue lo que llaman "nueva normalidad"?

-No me imagino la misma fotografía que antes de la pandemia porque vamos a tener que seguir viviendo con ciertas precauciones. Ha tenido que venir la pandemia para que se ponga en valor la salud de los trabajadores. Cuando esto pase y pese a lo que hemos perdido, me imagino unos centros de trabajo más seguros, unos empleados más concienciados en prevención de riesgos. La radiografía que veo es la de una provincia que sale adelante y que vuelve a crear empleo. Si contamos con fondos europeos de cara a los próximos 6 años, volverá la estabilidad y habrá confianza para montar nuevas empresas. Yo creo que todo depende de la duración de la pandemia.

Trinidad Acebes, secretaria provincial de CCOO: "Cuando se acaben los ERTEs seguro que...