El viernes día de entrenos, con mucho aire y temperatura baja, es la primera vez que el piloto de Benavente, Carlos Blanco, entra en el circuito de Motorland, en Aragón.
Primera tanda toma de contacto y en la segunda tanda se va al suelo en la salida del sacacorchos, hasta el punto de que dobla el estribo especial que le han diseñado para apoyar la prótesis. No hay soldador en el circuito y se ve obligado a perderse los demás entrenos para desplazarse hasta Alcañiz a buscar alguien para que suelde la pieza.
El sábado prueba la moto tras la caída en la clasificación. Blanco reconoce que tiene "el cuerpo dolorido y después de una caída cuesta volver a subirte e ir rápido, sobre todo con temperatura fría y sin conocer el circuito".
Segundos antes de la salida avisan que en la carrera anterior han tirado aceite en el sector del sacacorchos. Carlos Blanco sale a la carrera con prudencia, tras ver como otros pilotos se van al suelo. El objetivo: conseguir puntos para el campeonato.
Al final, un tercer puesto en roockies y "una experiencia alucinante de lo que son las carreras y de todas las cosas que pasan antes y durante", asegura el piloto. "Ahora a recuperarme físicamente que en dos semanas tenemos la última prueba de este campeonato en Portimao, en el Algarve portugués", señala.
