Ante un teatro abarrotado y con espectadores con ganas de bailar, aunque la pandemia obliga a mantenerse sentado, Mastodonte dio un espectáculo lleno de energía y luces, acompañado de la impresionante voz de Asier Etxeandia.
SIMPLEMENTE PERFECTO, de es un viaje emocional, como la anatomía de una vida, con sus diferentes etapas, actos que conforman sus canciones, épicas y rotundas.
Un viaje conceptual a través de la vivencia de ser humano, desde una vida anterior a su nacimiento, pasando por la niñez, adolescencia, el descubrimiento de la pasión y el amor, la madurez, la perdida, el perdón y la muerte y serena aceptación de sus errores.
La búsqueda de cómo ser uno mismo hasta el final, sin reservas. Una celebración de la vida, una fiesta donde los estilos musicales, desde la electrónica, el rock. el barroco, lo íntimo, el funk, lo experimental con lo clásico y y la música dance se mezclan para crear la celebración definitiva.
Mastodonte es un periplo en la búsqueda a de las causas de las frustraciones y los miedos que no nos permiten ser fieles con nuestra intima exclusiva forma de ser.
Si en «El Intérprete» Etxeandia hablaba de lo que los demás le hacían al niño, en Mastodonte se habla de se lo que se el adulto se hace a si mismo.
