Se ha celebrado en Braganza el Consejo Rayano organizado por la Asociación RIONOR y la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, ha sido invitada para exponer la importancia que puede tener para las comarcas de (Tierra del Pan, Alba y Aliste), el paso de peregrinos que visibilicen y potencien estos pueblos especialmente olvidados y en riesgo de desierto demográfico.
Esta es la intervención de José Almeida, Presidente de la Asociación Zamorana en este foro
"Esta es una frase recurrente, que se atribuye a Goethe, el filósofo alemán, aunque seguramente nunca salió de sus labios, pero representa una realidad manifiesta, porque como se ha podido comprobar a lo largo de la historia, aquellos territorios por los que discurre alguno de los caminos que siguen los peregrinos en su camino a Santiago, han gozado de una prosperidad y un desarrollo importante.
En Zamora, contamos con cinco caminos históricos y tradicionales, los cuales recorren 500 km de nuestro territorio y atraviesan un centenar de poblaciones
Representan esos pequeños pueblos a los que difícilmente van a acceder nunca los turistas, pero si ven pasar a los peregrinos, quienes escriben sobre lo que están viendo y a través de las nuevas tecnologías, difunden esta información a todos los rincones del mundo y proporciona visibilidad esos pequeños pueblos, que de otra forma, para muchos sectores de la población permanecerán en el anonimato.
Tradicionalmente, la vía de la Plata y el Camino Sanabrés, representan las dos principales rutas de peregrinación que van siguiendo los peregrinos que se dirigen a Santiago, pero además, en la provincia de Zamora, contamos con el Camino de Levante, el Camino del Sureste y el que más nos interesa en estos momentos, que es, el Camino Zamorano portugués.
No se trata de un camino nuevo como algunos pudieran imaginarse, este camino, está considerado como un trazado histórico que seguían aquellos peregrinos que por las inclemencias del tiempo en los meses invernales que afectaban de forma importante los montes de la Alta Sanabria, con el objeto de no detener su avance, continuaban caminando por el oeste de la provincia hacia Alcañices y Bragança y desde esta población, enlazaban nuevamente con el camino Sanabrés en Verín.
Son numerosos los hitos jacobeos que podemos encontrarnos en este trazado El Camino Zamorano-Portugués, se diferencia de otras rutas de peregrinación en España y Portugal, por la riqueza de su patrimonio cultural y etnográfico. El discurrir por un medio íntegramente natural y rural y la posibilidad de ofrecer una auténtica experiencia jacobea al no estar masificado como otras rutas, le permite ser, por las posibilidades de encuentro con uno mismo, la opción ideal para los que buscan el espíritu del auténtico peregrino.
Como atractivo para los vecinos portugueses, se encuentra además el doble sentido de peregrinación, esto es, la utilización del camino para la peregrinación a Santiago principalmente y también a Fátima en sentido contrario.
Este Camino nace en Zamora y discurre en nuestra provincia a lo largo de aproximadamente 100 kms, adentrándose posteriormente en tierras portuguesas por Trás Os Montes para, de nuevo, cruzar la frontera con la provincia de Orense por Soutochao (pedanía del municipio orensano de Vilardevós, en las inmediaciones de Verín y a unos 50 kilómetros de Lubián).
El itinerario tiene un carácter eminentemente transfronterizo y se fue fraguando por el impulso de comerciantes y viajeros y, cómo no, también por peregrinos. A partir del año 1998 la vía fue incluida por la Xunta de Galicia entre los Caminos Portugueses de Peregrinación a Santiago.
En su primera parte la ruta se dirige hacia el occidente de la provincia a través de las Comarcas de Alba y Aliste, que hoy siguen constituyendo un espacio de gran riqueza etnográfica, en un entorno en el que se suceden los bosques, las tierras de cultivo y el suelo pizarroso.
Estas tierras llevan siendo transitadas por los seres humanos desde el Paleolítico, y dejaron aquí sus huellas celtas, romanos, suevos y visigodos. A lo largo del itinerario se encuentran bellos ejemplos de arquitectura románica y testimonios alusivos a su pasado histórico: manifestaciones neolíticas y de la cultura castreña; antiguos emplazamientos romanos, asentados en la zona por la importancia aurífera de estos territorios norteños peninsulares, dejando su impronta en explotaciones mineras; joyas arquitectónicas prerrománicas únicas en su estilo como es la iglesia visigoda del San Pedro de la Nave; y percibirá la presencia de la Orden de los Caballeros Templarios, asentada en la zona hasta su disolución y que, como es sabido, tenían entre sus principales fines el de proteger a los peregrinos.
En el orden estrictamente jacobeo, a mediados del siglo XVI los peregrinos disponían de alojamiento en San Pedro de la Nave y en los hospitales de San Nicolás de Bari (Alcañices) y de San Jerónimo (Sejas de Aliste), dos modestas fundaciones arruinadas a comienzos del siglo XVIII.
En una segunda parte, las diferentes etapas del itinerario nos llevan a las hermosas tierras portuguesas de Trás-os-Montes. Esta región acoge una de las reservas naturales más grandes de todo el territorio lusitano, el Parque Natural de Montesinho −75.000 hectáreas−, en el que se incluyen los municipios de Bragança y Vinhais y que cuenta en su interior con las sierras de Montesinho y Corôa.
Desde la asociación zamorana de los caminos de Santiago, uno de nosotros objetivos ha sido poner en valor la importancia de este de camino y conseguir que los peregrinos lo conozcan, lo recorran y hablen de el, porque además del patrimonio inmaterial que representa este trazado, consideramos que es de vital importancia para las comarcas zamoranas por las que discurre (tierra del pan, comarca de Alba y comarca de aliste) y aquellos pequeños poblaciones por las que atraviesa puedan beneficiarse de lo que los peregrinos que anualmente lo recorran pueden aportarle.
Cuando nos pusimos en marcha hace siete años para visibilizar la situación del camino, vimos dos problemas importantes que había que solventar:
Habilitar un albergue en Almendra del pan y en las poblaciones portuguesas de Bragança, Vinhais y Seghirei.
Señalizar perfectamente este trazado.
Mantuvimos reuniones con representantes institucionales de Bragança estableciendo un plan para tener operativo este camino antes del pasado Xacobeo 2021.
Desde aquellas reuniones, con motivo de la pandemia, no hemos vuelto a mantener ningún encuentro, por lo que desconocemos la situación actual de la señalización en el tramo portugués y la habilitación de albergues en las tres poblaciones que eran necesarios (Bragança Vinhais y Seghirei)
Por nuestra parte, comenzamos la marcación de todo el trazado en el tramo zamorano y nos propusimos acometer un albergue en la casa parroquial de Almendra del pan, pero a pesar de nuestros esfuerzos hemos desistido del proyecto porque no encontramos ningún respaldo institucional.
Hemos recurrido al ayuntamiento de Zamora, para que a través de la gestión de su albergue podamos derivar los recursos que permitan esta instalación, también hemos recurrido a la diputación de Zamora, a la fundación Rei Alfonso Enríquez, a la junta de Castilla y León. Pero en ningún caso hemos obtenido una respuesta satisfactoria y de compromiso para conseguir que el albergue de Almendra del pan pueda ser una realidad.
Estamos viendo cómo fondos europeos destinados a proyectos transfronterizos, no son utilizados por falta de proyectos o se utilizan con fines diferentes a los que fueron concebidos, como es el caso de los fondos Interreg, que destinaban recursos a una provincia como Valladolid que no cuenta con ese sentido transfronterizo que los fondos tienen establecido, en detrimento de provincias como Zamora.
Es un camino que presenta muchos alicientes para los peregrinos
El trazado es especialmente hermoso para aquellos que lo han recorrido
Atraviesa dos países
Discurre por unos parajes naturales envidiables
Proporciona la soledad que va buscando el peregrino
Desde el origen se puede recorrer en dos semanas
Son numerosos los peregrinos que nos llaman solicitando información sobre este camino, pero debido a las trabas y dificultades que presenta en la actualidad, les aconsejamos lo dejen para una mejor ocasión. Estamos convencidos que en el momento que se encuentre operativo, el numero de peregrinos se incrementará de forma exponencial, porque muchos peregrinos de todo el mundo, desean recorrerlo y en unos años su crecimiento resultaría muy importante con los beneficios que puede aportar para estas tierras olvidadas, a las que el tránsito de los peregrinos proporcionaría un revulsivo significativo.
Sin embargo, mientras este camino no se vea como una actuación importante para desarrollar esos pueblos en los que la despoblación se ha cebado de una forma importante y nuestras administraciones públicas no se comprometan en su desarrollo, difícilmente podremos conseguir los objetivos que nos proponemos.
Sugerimos que las administraciones públicas competentes de Bragança y Zamora, asuman su competencia y articulen las medidas necesarias para dinamizar este trazado, sólo de esa forma conseguiremos que los peregrinos comiencen a transitarlo y nuestro camino sea visible en todo el mundo".
