martes. 16.04.2024
Sucursal bancaria de Unicaja en Zamora
Sucursal bancaria de Unicaja en Zamora

En 2018 la banca española obtuvo 15.140 millones de euros, reduciendo sus beneficios a 12.250 millones en 2019. A pesar de seguir ganando cantidades ingentes de dinero dijeron que tenían pérdidas aplicaron planes de ajuste cerrando sucursales, despidiendo personal y reduciendo el horario de atención a todo el mundo para centrarse en los grandes clientes (grandes empresas y rentas altas).

En 2020 las principales entidades del país cerraron con unas pérdidas globales de unos 5.700 millones de euros, tras destinar (eso sí) casi 12.000 millones en provisiones para protegerse de la pandemia. Sin embargo en 2021 vuelven a las ganancias con una cifra de 10.259 millones, esperándose para 2022 un crecimiento del 28%. 

Con la excusa de un mal año han apretado el acelerador entendiendo más justificada su política de recortes que nos está generando graves problemas a una mayoría social que no nos hemos recuperado al mismo ritmo que sus cuentas anuales. A esto, por su puesto, le quieren añadir la aplicación de nuevas y elevadas comisiones, para que los balances de cuenta anuales permitan cada año subir los sueldos y pensiones de los consejos de administración. 

Estos recortes en personal y cierres de sucursales han supuesto que muchas de las gestiones cotidianas y necesarias ya no se puedan hacer en ventanilla con atención personalizada, sino que se derivan al cajero automático o la banca online. También Benavente es un ejemplo claro al haber perdido sucursales bancarias desde el año 2008. Evolución que ha ido paralela a la desaparición de ventanillas y colas en los cajeros. 

Esto conlleva que amplios sectores de la población afectada por la brecha digital tenga serias dificultades para poder realizar operaciones básicas viendo sus derechos vulnerados y sintiéndose indefensos. 

Las nuevas generaciones, con mayor índice de escolarización y más familiarizadas con entornos digitales y herramientas tecnológicas insertas en su día a día tienen menos dificultades, pero aun así la precariedad y la falta de recursos en ocasiones les sitúa en esa misma brecha digital. 

Desde Izquierda Unida de Benavente creemos que no se puede permitir   este maltrato al que la Banca somete a un importante sector de nuestra población, más aún en situaciones de abuso que afecta especialmente a colectivos vulnerables. 

Una Banca que nos debe 64.000 millones de euros y que sigue generando sus beneficios a costa de nuestras pensiones, recibos, cuentas de ahorros. Que intenta vender productos tóxicos impulsados por una publicidad engañosa a las personas mayores y que se aprovecha de la fragilidad física, cognitiva, la soledad, los miedos, la inseguridad económica y la situación de vulnerabilidad para ampliar aún más su negocio. No faltan ejemplos como las rentas garantizadas, las hipotecas inversas, las rentas para los mayores y otros productos que sirven para enriquecer más a quién más tiene. 

Hay que tener en cuenta que el índice de envejecimiento en Castilla y León se situó en 204 por ciento (204 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16) y la convierte en la tercera Comunidad autónoma de España con mayor tasa, con un 25,7% de personas mayores de 65 años.  

 Para este alto porcentaje de población la forma de gestión que están imponiendo los bancos deriva en lo que se empieza a denominar “exclusión financiera” ya que 2 de cada 3 españoles mayores de 65 años no utilizan internet y el hecho de no poder manejar su propio dinero les pone en una situación de gran vulnerabilidad. 

El propio Banco de España en un artículo advierte que “las personas mayores y aquellas con bajo nivel de renta o con algún tipo de discapacidad son las más perjudicadas” por este proceso de continua digitalización y que “podría dificultar el acceso a efectivo del segmento de población que lo usa como medio de pago principal o único” 

Desde IU consideramos que no necesitamos sucursales ambientadas como cafeterías, ni carteles con sonrisas perfectas y promesas de productos de alta rentabilidad, ni que nos vendan coches o seguros. Necesitamos y merecemos un servicio justo y digno, atención personalizada para los colectivos vulnerables y que los intereses de la mayoría social no estén sometidos a los beneficios millonarios de una minoría indolente y criminal 

Por todo ello, desde IU solicitamos  a las entidades financieras de Benavente: 

-A dotarse de los recursos necesarios para tender de forma presencial personalizada en ventanilla a la población  y ofrecer así  un servicio adecuado durante todo el horario de oficina en función de las necesidades de los usuarios. En especial a la gente mayor que no puede acceder a las gestiones online y se ve abocada a situaciones penosas cuando tienen que realizar gestiones cotidianas como el pago de recibos o el retiro de efectivo. 

- Que desistan de fijar el cobro de comisiones de mantenimiento a las personas pensionistas y colectivos vulnerables, se centren en ofrecer servicios de calidad especializados para atender las diferentes necesidades y poder así dar respuesta a cada persona usuaria. 

-A dar la información adecuada, legal y transparente sobre los servicios y productos que ofertan a las personas. 

Y por último, consideramos que  Gobierno de España  tiene el deber de  desarrollar un marco legal que no permita a las instituciones financieras abusar de la situación de brecha digital y que afecta especialmente a sectores vulnerables y a nuestros mayores. 

IU Benavente solicita la atención personalizada en las sucursales bancarias