“Hoy es un día muy especial para el club Balonmano Zamora. Cuando sonó la bocina al final del encuentro entre el Rutas del Vino y el Amenabar Zarauz el pasado 14 de septiembre (de 2019), nadie podía imaginar que sería la última vez que Octavio vestiría la camiseta pistacho.
Ese día anotó cinco goles, y como tantas otras veces fue el mejor jugador del partido. El lunes siguiente saltaba a la pista a entrenar como de costumbre. Un mal gesto y ya no pudo terminar la sesión.
Luego, las pruebas, las consultas, los diagnósticos (aplausos por la entrada de Octavio) le impidieron seguir”.
Así sonaba el pabellón Ángel Nieto en un homenaje a Octavio Magadán, que cuelga su camiseta, la misma que hoy ha lucido con dorsal en lo alto del techo y para quien han tenido preciosas palabras dentro y fuera de la pista. “Quien le iba a decir en 2005 que su dorsal jamás lo vestiría otro jugador [...]. Octavio era un central único, un jugador mágico, que respiraba balonmano, un jugador ejemplo de deportividad, un espesor donde mirarse. Garra, trabajo y sacrificio. Octavio es y seguirá el Club Balonmano Zamora”, ha destacado el comentarista del encuentro.
El desenlace que ninguno quería, menos aún el Balonmano Zamora, se cumple en este día en el que se oficializa la retirada de Octavio del deporte profesional, de alguien que ha dado tantas alegrías y esperanzas al Rutas del Vino, al balonmano y al deporte Zamorano.
Octavio se ha visto arropado por quienes hasta hace bien poco fueron sus compañeros, mientras la grada es tallada en aplausos dejándose la piel que el jugador se dejó en su momento sobre la pista tantas y tantas veces.
Una lesión de rodilla le ha impedido seguir, pero su espíritu le ha llevado a situarse como no de los Ctra des de un club que hoy le ha rendido los honores que bien merece.
