El conjunto de Saulo Hernández se vio muy pronto diez puntos abajo lo que les lastró durante el resto del encuentro en el que no fueron capaces de acabar de darle la vuelta al partido.
El CB Zamora recuperaba este miércoles el partido aplazado frente a Alcobendas, que en su día parecía un duelo cómodo para los zamoranos por el momento en el que llegaban ambas escuadras pero que en esta jornada intersemanal no fue tan bien para el equipo blanquiazul.
Al Innova Chef le costó mucho arrancar, incapaz de ver aro y cometiendo varios errores defensivos que acababan con canastas fáciles de los de Alcobendas y que permitían las primeras rentas. Como el equipo no reaccionaba, a Saulo Hernández le tocaba parar el partido con diez puntos de desventaja (14-4). Pero el equipo no acababa de encontrarse cómodo y debaja muy sólo a Libroia en la parcela ofensiva, en un día en el que Namdy y Canda no podían jugar y en el que Molins tampoco se vistió de corto.
Quizá fue la falta de tres jugadores ya importantes en la rotación lo que descolocó a los zamoranos que sólo anotaron 11 puntos en el primer periodo y que además permitieron que Alcobendas se fuera hasta los 25 puntos.
La desventaja ya fue un hándicap complicado para los zamoranos que pese a ello si que se encontraron mejor en el segundo periodo y fueron limando poco a poco la diferencia hasta que casi al final del segundo periodo volvieron a ver como Alcobendas, que encontró en esos momentos su mejor baloncesto, volvía a abrir brecha y se acababa yendo con la misma diferencia con la que encaró el inicio del periodo.
Tras el paso por vestuarios, el CB Zamora se veía obligado a encontrar más energia para intentar limitar la anotación de los locales y así tener alguna opción de entrar en el partido pero ambas escuadras consiguieron que las defensas se impusieran a los ataques y el Innova Chef sólo puso recortar dos puntos (59-47).
Y como este club está acostumbrado a hacer remontadas imposibles, parecía que podía reeditar una más y Libroia volvía a echarse al equipo a la espalda, con Carroll como su fiel escudero, para ir reduciendo la diferencia mientras en el lado local empezaban los nervios. Sin embargo no estaban inspirados los hombres de Saulo Hernández y no podían bajar de siete puntos de desventaja para acabar cayendo de nuevo, 71-62.
