Lo que iba a ser uno de los proyectos más ambiciosos del motor en Castilla y León dará finalmente paso a la energía renovable. Los terrenos de Cerezal de Aliste, en el municipio de Muelas del Pan, donde se proyectó a partir de 2003 un circuito permanente de velocidad, serán ocupados por una planta solar fotovoltaica, poniendo punto final a más de veinte años de idas y venidas en torno a su futuro.
El circuito nació con la aspiración de convertir a Zamora en un destino nacional para el deporte del motor, con pruebas, eventos y actividad permanente. En 2007, el Ayuntamiento de Muelas del Pan y la promotora firmaron un contrato de aprovechamiento de cerca de 800.000 metros cuadrados, pero el plan nunca llegó a materializarse. Tras años de paralización, el contrato fue rescindido en 2017.
Un año después, en 2018, la corporación municipal recuperó los terrenos y buscó nuevos horizontes. Incluso llegaron a plantearse a la multinacional Tesla, como posible ubicación para una fábrica de vehículos eléctricos en España. Sin embargo, aquella oportunidad también se desvaneció.
Ahora, dos décadas después de la primera piedra del proyecto, el futuro del enclave parece por fin definido. En lugar del rugir de los motores, serán las placas solares las que brillen en este extenso espacio, apostando por un modelo energético sostenible y dejando atrás la vieja aspiración de ver rodar coches de carreras en Cerezal de Aliste.