Primero fue el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y su séquito en Villanueva del Valrojo. Y la semana pasada le tocó al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El hartazgo de los ciudadanos con la clase política se hace cada vez más evidente y deja episodios como los vividos en las últimas semanas con motivo de los incendios que asolan la provincia de Zamora. La semana pasada fue en Pozuelo de Tábara, donde los vecinos increparon al ministro de Interior tras percatarse de que había parado a comer en un restaurante del municipio.
¡Ahí abajo está Ricobayo seco!, le recuerda un vecino, mientras que otros le "invitan" a irse de la localidad,. "Si es posible, no vuelvas a aparecer más. Que te vaya bien, pero… ¡Fuera de aquí!", le espeta otro.
En el vídeo, publicado por Libertad Digital, y en el que en ningún momento se ve al ministro, aunque sí a parte de su comitiva, se oye a otra vecina que califica al ministro de "Escoria de España".
