viernes. 29.03.2024
La merienda en el monasterio puso fin a las fiestas de Granja de Moreruela
La merienda en el monasterio puso fin a las fiestas de Granja de Moreruela

Estaba todo el pueblo. Había ganas de recuperar con total normalidad la merienda que pone fin a las fiestas del Cristo del Amparo en Granja de Moreruela. El tiempo acompañó y los vecinos del pueblo se reunieron en la campa del Monasterio de Santa María de Moreruela para degustar las típicas viandas y pasar la tarde en juegos de calva, charlas animadas y baile al son de la charanga.

El pueblo estaba desierto hasta el punto de que durante unas horas los peregrinos que descansaban en el albergue fueron casi los únicos habitantes. Algunos vecinos que prefirieron no desplazarse a la abadía, a 3 kilómetros del municipio, compartieron embutido, vino y cerveza con los caminantes que aprovechan la buena climatología para recorrer el Camino de Santiago por la Vía de la Plata.

El sol lució durante toda la tarde para que los granjeños, junto con vecinos llegados de otros municipios y los refugiados ucranianos acogidos en la localidad, compartieran mesa en una merienda que ya es tradición. Sobre el mantel, no faltaron la tortilla, el embutido, el vino o el arroz con leche, además del escabeche que el Ayuntamiento de Granja de Moreruela repartió entre los presentes.

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Una charanga animó una tarde en la que algunos hombres y mujeres jugaban al tradicional juego de la calva mientras otros conversaban animadamente rodeados de patrimonio y naturaleza.

El Monasterio de Granja de Moreruela, lleno de "manteles" para despedir las fiestas